LOS GUSANOS POLIQUETOS

Así es el "asaltador de las arenas"

El bobbit, o Eunice aphroditois, es un impresionante poliqueto, del filo de los anélidos, una clase de seres vivos menos "evolucionados" que los insectos, pariente cercano de las lombrices, por ejemplo. Y, sin embargo, viéndolo acechar y atacar, cualquiera lo diría. Este gusano es capaz de aterrorizar al más pintado, pues da caza a animales más grandes que él.

Y esto es algo impresionante, porque este terror marino puede medir hasta tres metros de largo, con dos pares de mandíbulas de varios centímetros. Lo que hace este bicho es esperar, pacientemente, al estímulo de una de sus cinco antenas. Entonces, como un rayo, se lanza a morder a su presa desde el fondo arenoso, lo que le ha garantizado el nombre de asaltador de las arenas.

Este bicho (que no insecto, ni artrópodo, pero sí gusano), ataca tan rápido y con tanta fuerza que, a veces, parte en dos a su presa, tras lo que arrastra las mitades al interior de su guarida para devorarlas poco a poco. Si no lo mata del impacto, además, le inyecta una toxina que atonta o, incluso, mata a la presa en el momento. Lo más macabro de todo es que, en ocasiones, la presa está todavía viva mientras el bobbit comienza a comérsela.

Si estás leyendo esto justo antes de tu inmersión de snorkel en una paradisíaca playa de Bali, o tal vez Australia, te interesará saber que, efectivamente, los ejemplares más grandes encontrados de Eunice aphroditois se encuentran entre sus arenas. Pero no hace falta irse tan lejos

Eunice aphroditois

Según la documentación científica recogida por la World Register of Marine Species (WoRMS), el bobbit puede ser visto en multitud de lugares de aguas cálidas. Eso incluye, ¡horror!, las costas mediterráneas, el mar del caribe, el sur de África y hasta el Mar Rojo. Este gusano no hace ascos a casi nada, como decíamos, y cuando no cae nada en sus mandíbulas puede masticar coral o cangrejos, si le da la gana.

¿Y por qué no un pie humano? Bueno, vamos a calmarnos todos un poco. En realidad, esta especie, y el género Eunicevive entre los diez y los cuarenta metros de profundidad, lo que hace muy difícil que una persona le vaya a dar una patada a este animal sin querer. Por otra parte, los gusanos como estos huyen de los seres humanos, según se ha observado, en vez de atacar, aunque pueden resultar peligrosos si alguien trata de cogerlos.

Por el momento hay muy pocos registros de ataques de gusanos bobbit a seres humanos, aunque los especialistas creen que, por el tamaño de las mandíbulas, la fuerza y la toxina que es capaz de inocular, que su mordedura tiene que ser dolorosa. Sin embargo, a pesar de que puede alcanzar varios metros de longitud, sus dimensiones son reducidas

De hecho, este animal puede ser devorado por otros tales como meros, tiburones, serpientes marinas y algunas aves marinas como los pelícanos, según se ha documentado, así que, por muy horrible que parezca, el gusano no es tan terrorífico como podría parecer en un vídeo y en primer plano.

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